Negocios digitales minimalistas para inspirarte

¿Te has topado con un proyecto de software o aplicación que murió antes o después de salir al mercado debido a su propia complejidad?

Muchos de nosotros nos hemos visto rompiéndonos la cabeza, planificando intrincados productos digitales que requieren innumerables horas de trabajo, especialización, una fuerte inversión, etc. Algunos de estos proyectos habrían fracasado por su propia complejidad y otros, por el mismo motivo, apenas habrían llegado a arrancar.

Frecuentemente, tan pronto comienzas a desarrollar una idea de negocio te das cuenta que, o bien no es viable, o bien no eres capaz de simplificarla tanto como para que lo sea.

La gente, el público en general o el cliente en particular no requiere cosas complicadas, hemos de ponérselo lo más fácil y rápido posible.

El cerebro humano tiende a complicar los procesos mentales y no es capaz de ver este tipo de ideas que están en el aire y que son tan obvias que cuando las vemos hechas realidad pensamos… ¿Cómo no se le ha ocurrido a nadie antes? (o a mí). ¿Conoces la historia de los bolígrafos de la NASA? Hubo un enorme proyecto dedicado a buscar una solución que permitiera escribir con un bolígrafo en gravedad cero que traía de cabeza a los americanos y los rusos les regalaron la solución: un lápiz.

A continuación veremos algunos ejemplos, unos más antiguos que otros, de ideas de negocio digitales que brillan por su simplicidad y que podrán servirte de inspiración si eres un potencial emprendedor.

Disclaimer: no significa que estos tipos negocios no supongan mucho trabajo ni una fuerte inversión detrás, ni al contrario, que un intrincado desarrollo implique el fracaso de un proyecto.

Wetransfer, ingenio con volatilidad.

Quizás por mi profesión valoro más esta idea, porque trabajo con servidores web y conozco esta tecnología, pero te aseguro que a nivel técnico es muy sencillo y su éxito ha sido rotundo. No hay una herramienta similar que le haga sombra.

En una época en la que ya existían multitud de servicios de almacenamiento en la nube como Mega, Dropbox o Google Drive aparece este servicio para compartir ficheros de forma fácil, rápida y gratuita. Dá la sensación de ser un servicio de almacenamiento «infinito» de forma gratuita, pero al proporcionar un link de descarga que caduca en pocos días pueden reescribir en su memoria una y otra vez sin ampliar memoria liberándose, además, de la responsabilidad legal de guardar datos ajenos.

Una idea sencillísima y que puede sustituir el cometido de complejas plataformas como Dropbox. Su programación es aún más sencilla: un formulario con dos campos, email destinatario y el de subida del fichero. Y los servidores se pueden subcontratar personalizando la potencia y el espacio de almacenamiento necesarios en cada momento.

En la actualidad, el formulario es algo más completo para cumplir las políticas de privacidad e incorpora además servicios premium, ya que de alguna forma tendrían que monetizar.

Change.org, una idea que cambió el mundo.

No es un negocio propiamente dicho sino más bien una ONG, pero aún así vale la pena mencionarlo. Un sencillo paradigma informático de algo traído de la realidad: recoger firmas online. De nuevo un modelo que aprovecha su naturaleza para llevar a cabo un cometido doble: por un lado sirve para divulgar un problema o denunciar una situación intolerable y a la vez permite recoger firmas para «cambiar» o revocar dicha situación. PUNTO.

Esta plataforma de micromecenazgos a la que el nombre y la extensión de dominio le vienen al pelo no necesitaría mucha más programación que un sistema de blogs. La creación de contenidos está garantizada ya que son los propios usuarios los que inician las peticiones.

Con el tráfico que mueve no tendría problema de monetización, pero al tratarse de una ONG se sustenta con donaciones de asociados.

Linktr.ee, tonto y listo a la vez.

¡No puedo creer que no se me ocurriera a mí! Y no lo digo por decir, sino por el odio que le tengo a Instagram…

Esta herramienta es de creación mucho más reciente o al menos está mucho más de moda, y es que está muy asociada a la red social Instagram, ¿la conoces? Pues si la conoces sabrás que en Instagram no se pueden tirar enlaces, o al menos no más de uno porque, de hecho, el único enlace que se puede poner en Instagram, a no ser que pagues o tengas más de 10.000 seguidores (ya solo me quedan 9975) es en la biografía (si, el sitio más escondido de tu perfil) Y cuando alguien quiere mandarte a un sitio fuera de instagram escribe… «Link en bio». Patético, por este tipo de cosas le tengo tanta manía a esta red social.

Y aquí es donde entra en juego linktree, una herramienta externa que te permite crear una mini web con varios enlaces y que te proporciona una url (como cualquier sistema de creación de webs) para colocar en la bio de instagram. Puede que estés pensando que no es nada nuevo, ya que eso lo puedes hacer con WordPress.org o Wix, si, pero esta web que puedes crear con linktree es tan sencilla que solo puedes hacer aquello para lo que ha sido concebida para poner 4 o 5 enlaces que cuelguen del que colocas en la bio de instagram, así cuando alguien pone eso de «link en bio», encontrarás lo que buscas en su mini-web de Linktree.

Algo tan simple y oportunista como los propios instagramers, pero lo mejor de todo es que revienta la intención de esa red social de que tengas que pagar para tirar enlacitos. Que asco, va en contra de todos los principios que hacen tan grande internet.

Bit.ly, menos es más.

El minimalismo llevado a las urls. En redes sociales cada carácter cuenta y lo que en SEO nos sirve para rankear las palabras clave que nos interesan en publicaciones nos ocupan demasiado espacio, así que esta herramientas (y otras que hay similares) nos transforma un link demasiado largo en uno muy corto como https://bit.ly/2xH9gn3.

Su programación es sencillísima, un formulario con un solo campo para meter la url y después crear una simple redirección, algo que puedes hacer con cualquier tecnología de servidor web en una línea de código.

The Million Dollar Homepage, la inspiración.

Y para terminar un clásico, seguro que recuerdas aquella web creada en 2005 por Alex Tew que cobraba un dólar por cada pixel para banners publicitarios. La originalidad de su idea hizo que recibiera recibiera muchísimo tráfico y de ahí que pudiese tener nuevos anunciantes. El concepto fue descrito como simple, brillante, listo, ingenioso y una plataforma única para hacer publicidad. Sentó las bases del marketing viral y le sucedieron numerosos sitios web que usaban la misma técnica de publicidad por venta de píxeles.

Quizás algunas de estas funcionalidades te sirvan de inspiración para una nueva idea de negocio o para simplificar la tuya. Casi ningún factor es determinante o garantiza el éxito o fracaso de un proyecto, pero es indudable que nosotros mismos nos complicamos y debemos de saber simplificar para conseguir un producto original y atractivo.

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